Estamos en Puno…y es Enero…y verano!!! Pero además, en Puno llueve en verano. Como dicen las puneñas y puneños” es tiempo de lluvia”.
En Puno se habla de zonas altas y zonas bajas o intermedias. En las zonas bajas, las tierras se dedican al cultivo o a la chacra, donde comienza a crecer lo sembrado en meses anteriores. La papa (la patata), la avena y la quinua todavía “no están muy crecidas”, por lo que hay que esperar para que puedan ser recogidas.
En los campos de papa se realiza el aporque , es decir, se añade tierra a cada planta para que se afiancen los tallos y raíces y absorban mejor los nutrientes. Además, durante este mes también hay que cuidar de los animales: llamas, vacas, ovejas, burros.
La tranquilidad relativa de las tareas del campo hace posible que las artesanas de las zonas bajas puedan dedicar su tiempo al tejido y al cuidado de sus hijos, porque los niños tienen vacaciones escolares.
Para las mujeres de las zonas altas en cambio es un mes bastante atareado. Las zonas altas son alpaqueras y en época de lluvias la mayoría de las familias se trasladan junto a su ganado a las zonas más altas de los Andes a su “cabaña del cerro” para aprovechar las temperaturas más altas y las vacaciones de los niños para que el ganado consuma los pastos de los lugares más inaccesibles durante el resto del año.
Además del traslado, durante este mes las alpacas se aparean (le llaman “el empadre”) y paren y es necesario realizar muchas actividades. Se realizan empadres controlados para que el pelo de las alpacas sea de buena calidad eligiendo qué hembra se aparea con qué macho. Por otro se realiza la “partición” entre hembras preñadas y no preñadas. Las fecundadas o las que han tenido una cría se quedarán en la cabaña de abajo y el resto se trasladan a la cabaña de arriba jnto a la familia.
Hay que atender a las alpacas en el parto y estar muy pendientes de las crías, desinfectar sus ombligos al nacer, protegerles de la lluvia y darles la dosis antipiojos.
Pero también hay momentos de celebración como la fiesta del “markachu”: se marcan las crías con pintura o poniéndoles pendientes o “aretes” de lana de colores en sus orejas y se festeja.
Las lluvias hacen que muchas mujeres queden incomunicadas en sus cabañas porque los ríos crecen lo que imposibilita el paso de las personas y coches; esto impide que se puedan reunir para tejer juntas. Además la humedad dificulta las labores vinculadas al tejido ya que el hilado de alpaca se “tupe” o apelmaza y es más difícil hilar.
En ambas zonas se celebra el año nuevo con reuniones en familia o en grupo en las que se cocinan los mejores platos.